La historia de Turquía es algo muy importante tanto para este país como para cualquier otro, es la manera en la que se trasmite en la actualidad nuestro pasado, un modo de saber de dónde provenimos, qué fue de esas tierras antes de nuestra llegada, cómo llegamos a estar donde estamos y a ser lo que somos hoy en día. Siguiendo ese hilo, hablaremos de esta nación, con una cultura rica históricamente hablando, producto de milenios de historia remontada que nos llevan a la actualidad.
Historia de Turquía
Turquía es una tierra llena de historia. Es un lugar perfecto para viajar en un tour arqueológico o en unas vacaciones históricas.
Desde entierros de la Edad de Bronce, a minaretes otomanos, baños romanos y castillos de las Cruzadas, Turquía lo tiene todo. Parte del Creciente Fértil, fue una de las primeras tierras en ser testigo del nacimiento de la agricultura, la domesticación de animales y el surgimiento de la vida doméstica en la ciudad.
Además, ha sido repetidamente colonizada por los colonos, e invadida por ejércitos conquistadores durante miles de años. Ha experimentado el paso de los más grandes generales del mundo: Alejandro Magno, Julio César y Tamerlán.
Igualmente ha sido el hogar de algunos de los más grandes artistas: arquitectos, filósofos, poetas, escultores y escritores famosos como Sinan, Tales de Mileto, Homero, Praxiteles y Herodoto, por nombrar sólo algunos.
En la encrucijada entre Europa y Asia, Turquía es un país fascinante. Dominado por griegos, persas y romanos a su vez a lo largo de la era clásica, en donde lo que ahora es Turquía, fue una vez la sede del Imperio Bizantino.
Sin embargo, en el siglo XI, los nómadas turcos de Asia Central se trasladaron a la región, conquistando gradualmente toda Asia Menor. Primero, el Selyúcido y luego los Imperios Turcos Otomanos llegaron al poder, ejerciendo influencia sobre gran parte del mundo mediterráneo oriental, y llevando el Islam al sudeste de Europa.
Finalmente, y tras la caída del Imperio Otomano en 1918, Turquía se transformó en la vibrante, modernizadora y secular nación que es hoy en día.
Civilización Turca
Debido a su posición geográfica estratégica, que sirve de puente entre Europa y Asia, Turquía ha sido codiciada por muchas civilizaciones a lo largo de la historia.
Mientras que, el área también conocida como Anatolia y Asia Menor, ha sido tradicionalmente el centro de la subida y caída de los grandes imperios del mundo. La caída en desgracia de cada civilización, dejó huellas en varios elementos culturales de la zona como el lenguaje, la arquitectura, la cocina y la religión.
Por tal motivo, y como dato de suma importancia histórica, aquí enumeramos algunas de las civilizaciones Turcas, que llamaron hogar a la zona de la Turquía moderna:
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- Hittites 1600-1200 B.C.
- Phrygians 1200-700 B.C.
- Persians 545-333 B.C.
- Greco-Romans 332 B.C. – 395 A.D.
- Byzantines 400-1453 A.D.
- Turkish Seljuks 1075-1318 A.D.
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Cultura de Turquía
La cultura turca ha experimentado una gran cantidad de cambios en el último siglo, a tal grado que, puede que sea el único país que contiene todos los extremos de la cultura oriental y occidental.
Antes de 1923, el Imperio Otomano era un estado multiétnico, en el que no se permitía que las personas se mezclaran entre sí, lo que significaba que retendrían identidades étnicas y religiosas separadas dentro del imperio.
Tras la caída del imperio, la república turca adoptó un enfoque que obligaba a todas las culturas de sus fronteras a mezclarse entre sí, con el fin de producir una identidad nacional y cultural única. Sin embargo, en lugar de ello, lo que resultó fue una cultura con muchos matices de gris, como las culturas musulmanas tradicionales de Anatolia.
Arte de la antigua Turquía
El arte de la antigua Turquía, tiene muchas facetas, incluyendo el metal, el vidrio, la madera y el cuero, así como libros escritos a mano, lámparas y tallas de piedra. Sin embargo, el arte tradicional de las miniaturas, el jaspeado y la caligrafía son algunos de los más conocidos, de los cuales hablaremos a continuación con más detalle.
Miniaturas
Una miniatura, o una pintura dentro de un libro o manuscrito iluminado, es una de las formas más populares del arte tradicional turco, que tiene sus raíces en el Imperio Otomano. Sin embargo, las miniaturas, también están ligadas a la tradición de la miniatura persa.
Aunque durante la era otomana, los estudios donde los artistas trabajaban en este estilo visual único, se llamaban Nakkashanes, ya que las miniaturas se llamaban nakish en el turco otomano.
Las miniaturas estaban compuestas de colores vivos como el rojo, verde y escarlata brillantes, que se hacían con pigmentos de polvo molido, mezclados con clara de huevo o goma arábiga diluida, y las escenas representadas en las obras de arte, a menudo incluían la confluencia de diferentes períodos de tiempo.
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Marmolado
Durante los imperios selyúcidas y otomanos, el mármol se usaba para decorar libros, así como decretos y documentos oficiales, y es así como durante su apogeo, se perfeccionaron nuevas formas y técnicas de marmolado, y Turquía se convirtió en el centro de esta particular forma de arte.
Mientras que, la forma de arte del jaspeado, se define por la creación de patrones coloridos a través de la rociada y el meticuloso pincelado de color en un recipiente de agua con aceite, en donde lo más resaltante del mismo son los patrones que luego, que son transferidos al papel, con hermosas creaciones que son diferentes cada vez.
Caligrafía
Aunque la caligrafía no es de origen turco, los otomanos adoptaron esta forma de arte única y la llevaron a su mayor esplendor artístico durante un período de 500 años.
Entre tanto, la caligrafía islámica, en concreto, incluye la caligrafía árabe, otomana y persa y su desarrollo está estrechamente vinculado a los extractos del Corán como una de las principales expresiones artísticas de las culturas islámicas.
Y en la tradición otomana, el Diwani (un estilo cursivo de caligrafía árabe) se desarrolló en el siglo XVI, alcanzando su apogeo durante el reinado de Solimán el Magnífico.
De modo que los calígrafos turcos eran conocidos por fabricar siempre sus propias herramientas, incluyendo papel pintado con tintes naturales, plumas hechas de juncos duros y tinta compuesta de pino quemado y aceite de linaza.